Mientras unos se fueron a conocer el mundo, otros optaron por quedarse en el calor veraniego de España, pero dedicados a adentrarse en el mundo laboral español. Más de 300 alumnos de fcom hicieron prácticas este verano en el territorio nacional; todos alumnos que ya han salido de la burbuja universitaria para establecer contacto con la jungla profesional. Algunos han tenido la suerte de estar cerca de la playa, en Barcelona; otros en el epicentro de la península, en Madrid; otros no muy lejos de la facultad, en Vitoria y un alumno incluso tuvo la suerte de recorrer España con la Ruta Quetzal.
Ser un estudiante novato no implica no tener responsabilidades reales dentro de la empresa. Varios alumnos de tercer y cuarto curso estuvieron implicados en importantes tareas mientras trabajaban como becarios. Incluso, algunos eran los más jóvenes de la plantilla.
Nicolás de Salas, estudiante de tercero de Publicidad y Relaciones Públicas, trabajó dos meses en el departamento de Estrategia de Tiempo BBDO –una de las agencias de publicidad más prestigiosas del mundo- en la sede de Barcelona. Con apenas 20 años estuvo implicado en las campañas publicitarias de marcas de la importancia de Vueling, Roca, Nestlé y Bayer, entre otras. Nicolás comenta que lo que más le impactó aparte de la responsabilidad que le concedieron, fue la satisfacción que siente al ver las campañas en su día a día. “Ver algo que yo he hecho en las calles es genial”.
En general a los alumnos les da mucho gusto ver que su trabajo personal da fruto y que no es sólo un ensayo. Quien también pudo ver los resultados de su trabajo cobrar vida fue Tomás España, de tercero de Publicidad y Relaciones Públicas, que estuvo trabajando en la agencia de publicidad El Laboratorio. Siendo –al igual que Nicolás- el más joven del equipo, tuvo la oportunidad de realizar labores dentro de la nueva campaña publicitaria de Trina Natural. Se encargó de llevar a cabo las relaciones entre el cliente y el anunciante, por lo que cuando se le asignó esta tarea pudo conocer y conversar con Lourdes Hernández González, vocalista del grupo musical Russian Red. “Quería tener el verano ocupado con algo productivo para mi formación profesional”, dice Tomás.
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Jaime Santirso, con Carlinhos Brown en Cádiz. Foto: cedida
Jaime Santirso, que estudia cuarto curso de Periodismo, también vivió una experiencia única. Tuvo la oportunidad de ser el enviado especial de lainformación.com para cubrir la Ruta Quetzal, un programa de BBVA que les patrocina a 350 jóvenes un viaje cultural por España y Sudamérica que fue iniciado a petición del Rey Juan Carlos I. Aventuras, conferencias, expediciones y, sobre todo, verdadero aprendizaje cultural del que Jaime pudo ser testigo y cronista. Habiendo trabajado el verano anterior para el mismo medio en la redacción, le eligieron para esta especial labor y, de sus dos experiencias cuenta que se siente mucho la diferencia entre hacer prácticas y no hacerlas: “conoces el ritmo de la profesión y el cómo del trabajo periodístico desde dentro. Todo lo que te enseña la universidad, allí lo vives”.
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Daniel Ramírez, a la izquierda, en la Redacción de ABC Punto Radio. Foto: cedida.
Más asentados en el periodismo en el sentido clásico estuvieron Borja Prado y Daniel Ramírez, de tercero de Periodismo. Daniel tuvo el placer de trabajar codo con codo con uno de los conocidos de la profesión: Melchor Miralles. Su programa “Cada mañana sale el sol” de ABC Punto Radio, fue principalmente a lo que Daniel dedicó su labor en la empresa que le acogió este verano. De la experiencia destaca lo impresionante que es trabajar para el magazine del prime time radiofónico porque “la actualidad se cocina y se sirve desde los programas matinales”, y dice con una sonrisa que “es una suerte haber tenido la oportunidad de formar parte del proceso”.
Por su parte, Borja quería acercarse a los aspectos más esenciales de la profesión, por lo que optó por trabajar en una agencia de noticias, en concreto Europa Press. “El hecho de que tuviese que escribir un artículo tras otro me ayudó mucho a adquirir la raíz básica del periodismo, que era justamente lo que yo estaba buscando”. Borja pagó la novatada un par de veces y cometió unos cuantos errores al principio. “Empezando fue un poco caótico pero en un par de días ya me fui habituando”.
Los errores en las prácticas no son nada de otro mundo, son cosas que pasan y con ellos se aprende; al fin y al cabo, las empresas reclutan becarios en parte para que adquieran experiencia y aprendan del día a día de su profesión. Itsaso Sánchez, de cuarto de Periodismo, se dio cuenta de esto rápidamente. Apenas llegó a las oficinas de El Correo en Vitoria, en su primera semana de trabajo sufrió un gran disgusto por un error de claridad en una oración de una noticia. Lo que para ella era una pequeñez, para un lector no lo fue, y por ello recibió una queja furiosa. Ese error le ayudó a entender que la labor periodística requiere mucha atención al detalle e implica dar un cuidado especial a cada palabra que se imprime.
Raffaella Breeze, que estudia con Itsaso, también compartió oficina con ella este verano. Estuvieron las dos trabajando en El Correo en Vitoria, pero Raffaella estuvo en la versión digital del periódico. “En mis dos primeros artículos fui muy meticulosa, tenía miedo a equivocarme”, pero esforzándose para hacer un buen trabajo aprendió luego a soltarse y al poco tiempo ya escribía de forma natural. Por ser un equipo pequeño, de apenas cuatro personas, dice que pudo trabajar mucho. “Incluso un día estuve yo sola encargada de la página web, sentí una gran responsabilidad”.
Raffaella se dio cuenta con esta práctica que no le fascina el periodismo local, mientras que a Itsaso no le importaría trabajar en ello a pesar de que aspira a ser corresponsal de guerra en un futuro. “Mirando a largo plazo, en algún momento de mi vida tendré que sentar cabeza, y ya sé que el ámbito local del periodismo es algo a lo que podría dedicarme. Lo bueno es que ahora ya tengo experiencia en eso”. Entre risas, confiesa que las prácticas “para el currículum vienen muy bien”.
Las prácticas profesionales no son un requisito en fcom, pero los alumnos coinciden en que son una experiencia necesaria y representan un gran valor añadido para la vida académica de un estudiante de comunicación. La opinión general es que es sumamente interesante acercarse a la profesión y vivirla por unos meses para luego volver al estudio en la universidad con un bagaje de vivencias y una inmensa cantidad de aprendizajes prácticos ya interiorizados.
- Para más información sobre las prácticas, nacionales e internacionales, los alumnos pueden contactar con la Fundación Empresa-Universidad de Navarra. Allí podrán acceder a los requisitos y al tablón de ofertas. Y, para guiarlos y aconsejarlos, Javier Irigaray y Cristina Pérez Guembe.
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