El sol, la playa y el mar fueron reemplazados este verano por las oficinas, los jefes y los ordenadores. En total, 334 alumnos de fcom han dedicado sus vacaciones a hacer prácticas para empezar su introducción formal en el mundo laboral, y de ellos 25 se fueron a empresas en el extranjero.
Jorge Panera, en Rome Reports. Foto: cedida.
Todos los años, la universidad –desde la Fundación Empresa-Universidad de Navarra (FEUN)- ofrece un listado de oportunidades de trabajo para los estudiantes, sobre todo dirigida a aquellos que ya hayan superado el primer curso. Y, según la experiencia de siete alumnos de fcom, hacer una práctica profesional durante el verano es una inversión productiva tanto académica como personalmente.
La finalidad formal de las prácticas de verano es que los alumnos puedan complementar sus aprendizajes teóricos con experiencias prácticas. Así, pueden decantar sus gustos en comunicación e ir inclinándose hacia un campo de trabajo más particular, cerrando un poco el amplio abanico de opciones laborales que proporciona cada uno de los grados.
Lo normal siendo becario sería esperar no hacer mucho, y menos aún en una empresa internacional o de gran escala. La historia regular de todo becario es la rutina de llevar y traer café. Sin embargo, para muchos de estos alumnos la experiencia fue totalmente sorprendente, pues les dieron responsabilidades laborales tal y como si fueran ‘un empleado más’. “¡Quién me iba a decir que podría entrevistar a senadores y representantes estadounidenses, o que iría a cubrir las manifestaciones en la Corte Suprema el mismo día en que se aprobó la reforma sanitaria Obamacare! Fue un lujo”, comenta Marta González Coloma, licenciada en Periodismo. Inés Sánchez Solares, quien trabajó en una empresa periodística recién fundada en Florida –Toonari News & Media- dice entre sonrisas que ha tenido la suerte de organizar su propia campaña de relaciones públicas y lidiar directamente con los clientes, aun siendo becaria. Además, notó que desempeñaba la tarea de un auténtico community manager, y ha descubierto que es en eso en lo que se quiere especializar.
Paula Jiménez, con compañeros del canal norteamericano Univisión. Foto: cedida.
Muchos alumnos coinciden en que la riqueza de la experiencia es directamente proporcional a las oportunidades de encontrar trabajo. Al terminar la práctica, tienen mucho más claro a qué se quieren dedicar y en qué sectores apuntarán a conseguir empleo. Paula Jiménez Robles, recién licenciada de Publicidad y Relaciones Públicas, ha trabajado en las oficinas de Univisión, un canal norteamericano dirigido a televidentes hispanos. Y con ello se ha afianzado en sus aspiraciones laborales; “ya desde el principio de la carrera sabía que me gustaban más las relaciones públicas que la publicidad. Ahora sé más, sé que quiero ser una auténtica relaciones públicas -dirigir promociones, contactos y relaciones personales con los clientes- que es lo que hacía mi jefa en el canal”.
También para Marta González Coloma, exalumna de la última promoción de licenciados en Periodismo de fcom, la experiencia ha sido totalmente positiva. “Tuve que ejercer de locutora, de fotógrafa y también organizaba las redes sociales, pero siempre que podía aprovechaba para hacer algo en mi campo favorito: la política”.
Pero puede pasar lo contrario. Aun con resultados sumamente positivos, algunos alumnos se dan cuenta de que las tareas que han realizado no son las que más les gustan. Jorge Panera, de cuarto de Comunicación Audiovisual, es uno de ellos. Decidió trabajar en Rome Reports, la agencia de noticias de El Vaticano, un trabajo más bien dirigido a futuros periodistas. Después de un mes allí, cuenta que recomienda este tipo de prácticas por ser una experiencia humana, profesional y además espiritual, pero a nivel personal ha visto que el periodismo definitivamente no es lo suyo. “Aunque no quisiera dedicarme a ello en un futuro, adquirí conocimientos que me serán siempre útiles”, ha expresado Jorge.
Carlota Cortés, en la ONU. Foto: cedida.
A Carlota Cortés Acha le sucedió algo similar al finalizar su práctica en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. Se dio cuenta de que el ambiente de trabajo al que ella quiere pertenecer no es tan formal como el de una organización diplomática, pero se quedó con lo bueno: aprendió sobre la cultura norteamericana. Gracias a esta experiencia, ahora sabe que quiere trabajar en el extranjero.
Muchas veces, los alumnos hablan de la importancia de los conocimientos de inglés durante las prácticas. Comenta Jorge Panera que muchos profesores, amigos y padres lo dicen, pero pocos hacen caso. “Sólo cuando sales fuera de casa te das cuenta de que es verdad”.
Santi (primer plano, camiseta clara), con el equipo de la productora en Londres. Foto: cedida.
Santiago González Barros, estudiante de cuarto año de Comunicación Audiovisual, estuvo un mes en Londres perfeccionando el idioma mientras trabajaba en una productora audiovisual. Él confirma lo importante que es la experiencia de las prácticas “no sólo para confirmar que el inglés no es ningún misterio, sino también para caer en la cuenta de que la gente que dice que hay que irse de España para trabajar en la industria audiovisual tiene toda la razón”. Por otro lado, dice Santiago que cuando aterrizó en la empresa londinense no se sintió muy perdido, puesto que la base académica que obtuvo en fcom era muy completa.
Indudablemente, los alumnos que realizan prácticas adquieren una ventaja profesional sobre el resto, y adquieren un importante valor añadido adentrándose en el campo laboral. No solo se les abren opciones de trabajo, algunos que tienen muchísima suerte logran ya conseguir un puesto sin haberse graduado. Así le sucedió a Marleena Arvonen que, mientras estudia cuarto de Publicidad y Relaciones Públicas, conserva el trabajo que realizó en sus prácticas el verano pasado. Las oficinas de Pier2 Marketing, en San Francisco, California, la han contratado para que trabaje desde España. Además, Marleena tuvo la oportunidad de trabajar de manera muy flexible. Entró bajo un título específico y acabó desempeñando tareas de todo tipo, cuando la empresa descubrió su talento para el diseño gráfico, le permitió trabajar tanto en el departamento de publicidad como en el de arte.
Este año, los alumnos que estén interesados en dejar a un lado el sol, la playa y el mar por el ambiente de oficina y una satisfactoria experiencia en una gran empresa, Javier Irigaray y Cristina Pérez Guembe son los indicados para aconsejarlos. Javier siempre trata de calmar a los alumnos: “Cuando nos conozcamos, probablemente vengas preocupado por tu futuro. Te tranquilizará saber que en FEUN llevamos preparándolo mucho tiempo”.